En todas las casas existen pequeños rincones olvidados que, con un poco de creatividad, pueden transformarse en espacios funcionales y acogedores. Un rincón chill-out, por ejemplo, puede ser ideal para relajarse. Coloca cojines cómodos, una manta suave y una luz cálida, como una lámpara de pie o guirnaldas de luces, para crear un ambiente relajante. Si tienes un pasillo estrecho, no lo subestimes. Con estantes flotantes puedes crear una mini biblioteca, añadiendo algunos detalles decorativos como plantas pequeñas o marcos de fotos, además de una lámpara de pared que aporte calidez al entorno. Otro truco es aprovechar el espacio bajo las escaleras. Con muebles bajos, estanterías o un banco con almacenamiento, puedes ganar funcionalidad y mantener todo organizado sin sacrificar el estilo. Si tienes un rincón vacío cerca de una ventana, convierte ese espacio en un pequeño jardín interior con plantas en diferentes niveles y una estantería decorativa para colocar tus libros o objetos favoritos. Y si tu hogar tiene un tramo de pared vacío, aprovecha para instalar una galería de arte personalizada, con fotos, ilustraciones o incluso un espejo grande que amplíe la sensación de espacio. Aprovechar estos rincones no solo mejora el orden en tu hogar, sino que también añade personalidad y un toque único a cada estancia.
